“La propuesta "Arte del Origen" de Ender Rodríguez resignifica pedagógicamente el uso de los pigmentos naturales vegetales y minerales como posibilidad tanto estética como de transformación socio-ecológica. Es, quizás, una vuelta al abrazo de la tierra”.
Katherine Chacón. Curadora, investigadora y Crítica de Arte.
Somos parte fundamental de la naturaleza, venimos de ella y por tanto, hay que cuidarla, así como asegurar un ambiente saludable y no contaminado para el futuro. Arte del Origen, parte de una larga experiencia que vengo desarrollando inmerso en la Madre Tierra, donde se pinta con las flores, hojas verdes, tierras, arcillas, semillas, tubérculos, raíces, frutos, etc., tomados todos estos elementos del ambiente natural vegetal o mineral. Tales procesos los vengo desarrollando a partir de los años noventa luego de haber vivido más de 4 años en la Amazonía Venezolana así como también en comunidades rurales del país. La idea es ofrecer procesos de educación alternativa, holística, eco-humanista e híbrida, igualmente arte-terapéutica para niños y/o para adultos.
“Los niños son creativos por naturaleza, un ambiente apropiado estimularía el desarrollo de ese potencial creativo”
(Anderson, 1959; Espiriu, 1993; Moran, 1992; Torrance, 1988; Kellog, 1987). Tomado de la autora Belkis Rojas de Escalona, 2004.
Los talleres de ARTE DEL ORIGEN parten de mis vivencias en la Amazonía Venezolana y en otros poblados (donde empiezo a conocer sensorialmente y a experimentar con los pigmentos vegetales-minerales aborígenes para rituales), y luego en comunidades campesinas andinas donde con niños descubrimos que al frotar flores se logra pintar. Se trabaja en estos talleres con piedras molidas, raíces, tubérculos, frutos, semillas -entre ellas onoto-, también café, remolacha, o arcilla-barro y tierra. Como parte de la ampliación en esa especie de laboratorio experimental, se incluye todo tipo de tinturas naturales e incluso el Chimó (que es un material procesado de origen indígena fundamentalmente realizado con tabaco y otras esencias y mezclas).
La idea es sobre todo sembrar jardines y huertos diversificados (para tener plantas para comer y pintar) pero fundamentalmente, salvar bosques para vivir armónicamente y para también hacer arte libre: obras visuales espontáneas e instintivas desde pedagogías catártico-liberadoras y de activación interior y terapéutica desde cada particularidad así como en diálogo cultural, etc.
Los talleres Arte del Origen se han realizado en muchos lugares de Venezuela, incluyendo la frontera colombo-venezolana, además de la frontera de Venezuela con Brasil, desarrollado asesorías con indígenas venezolanos migrantes gracias al enlace Marielys Briceño, Asistente Técnico de proyecto brasileño en Fundación Fé y Alegria - Filial Boa Vista/Roraima. Próximamente en México, Colombia, Chile y España. Con el grupo de trabajo Provecto AVE desde Luxenburgo esperamos armar proyectos de proyección. Recientemente Ender Rodríguez, gracias a la organización no gubernamental CISP – Venezuela, dictó un taller de Arte del Origen para docentes indígenas wayuu en Santa Bárbara del Zulia, igualmente para voluntarios de ONGs venezolanas. Se espera pronto desarrollar un proyecto de este tipo en el Amazonas Venezolano, gracias al gran amigo e Ingeniero Agrónomo y Activista Social Alirio Castro, quien habita en zonas del Río Cataniapo y con quien Ender Rodríguez trabajó su voluntariado a inicios de los noventa en el Norte del Amazonas, fundamentalmente hacia comunidades Piaroa.
Gracias a diferentes artistas, amigos e investigadores, ARTE DEL ORIGEN se difunde a nivel internacional desde los aportes particulares y las trayectorias de todos quienes han apoyado: la maestra-artista Mariola Foncubierta desde España (Gracias a sus talleres pedagógicos) y gracias a Consuelo Méndez en Austria, el dramaturgo y gestor cultural José Ramón Castillo en Brasil, mi amiga-hermana venezolana de la etnia wayuu, abogada y profesora Mayra Reinoso, mi amiga-artista Sol Blue y su hija Gaia desde Argentina e igualmente desde ese hermoso país sureño contamos con la dedicada labor del artista-devoto a la tradición mítica de “Marialionza” Dixon Calvetti en el Museo argentino Museo Campo-Cañuelas. Desde Colombia – Tame, también hemos contado con mi amiga-hermana EDDA quien participa apoyando Arte del Origen, siendo creadora-cultora y líder social (co-fundadora de la ONG Deslineaos). Por otro lado, la psicóloga y amiga-hermana Lesvia Castellano desde la Isla de Margarita –Venezuela, aportó desde sus talleres y palabras hermosas experiencias muy valiosas en torno al arte –y arte del origen- como “sanador” y como equilibrio del ser desde la naturaleza.
Con la implementación de estos talleres se han logrado los siguientes méritos:
La expresión es una necesidad humana que generalmente termina tomando cuerpo en imágenes, como se puede apreciar en las prehistóricas pinturas rupestres de diferentes partes del mundo. Cuando esa necesidad susurra en su interior, el ser humano no se detiene por falta de materiales y herramientas para dejar fluir su necesidad de expresión y creatividad.
Los primeros productores de imágenes, en su necesidad de expresión y comunicación, los artistas de la prehistoria, apelaron a los recursos naturales que tenían a su alcance; ellos hicieron pigmentos con materiales orgánicos e inorgánicos, de origen vegetal y mineral, incluso, con sus desechos corporales, que procesaban, combinándolos con resina o grasa animal para fijarlos sobre las paredes de sus cuevas o superficies rocosas a la intemperie.
En el caso de los talleres experimentales que imparte el artista venezolano Ender Rodríguez, bajo el nombre de Arte del origen, tomando en cuenta su larga experiencia con comunidades indígenas, advertimos que su método consiste en extraer los pigmentos de los vegetales y minerales, sin realizar ninguna sofisticada preparación, e inducir a los participantes, quienes en algunos casos están inmersos en un ambiente natural, a tomar hojas, flores, frutos, raíces, tierra, barro, carbón, y aplicarlos directamente sobre papel o tela, superficies en la que van apareciendo espontáneas manchas y trazos de color, transparencias, veladuras y texturas,dejando impresas las huellas de cada participante, quien de manera libre, sin ataduras, deja fluir sus emociones, su yo infantil y adulto también.
En estos talleres de arte, sin importar edad, género, condición física y mental, los participantes se sensibilizan con la naturaleza, toman conciencia ecológica, se conocen a sí mismos y entre sí mismos; se expresan, se comunican, hacen catarsis, terapia, y aprenden a hacer arte, o expresarse artísticamente, a través de una técnica y materiales propios del Arte del Origen”.
“Arte Climático - Teachers for Future pretende presentar mostrar un escaparate creativo, una colección en constante evolución de obras nuevas y recientes de los colaboradores del blog: ficción, no ficción, poesía, cine, arte sonoro o visual, proyectos y otras obras de nuestra red de artistas, arte-docentes, curadores e investigadores que exploran respuestas creativas al cambio ecológico y climático. Nos encantaría ver de cerca a los artistas que arrojan luz sobre el impacto del cambio climático y que usan el arte como una forma de activismo. Estas ansiedades en torno al calentamiento global se han investigado y explorado de muchas maneras, tanto conceptual como materialmente. Arte climático quiere destacar cómo estos artistas desafían de manera importante las nociones preexistentes de la creación artística al repensar y recontextualizar las condiciones en las que el arte se produce y se presenta al espectador. Ender Rodriguez nos ofrece la posibilidad de reconectar con la naturaleza, con lo que ella ofrece y desde el conocimiento más elemental y profundo.
Desde el enamoramiento por la relación personal que cada uno tiene con su entorno más cercano. Los significados que cada persona puede extraer del encuentro con la naturaleza dependen de esa relación y por tanto de cómo conservamos en nuestra memoria emocional su recuerdo. Hace ya varios años en la ciencia se habla del concepto de la extinción de la experiencia que tiene que ver con la pérdida progresiva de las interacciones del hombre con la naturaleza, esto puede ser uno de los conceptos ambientales clave de nuestros tiempos. ¿Estamos perdiendo la conexión profunda con el paisaje, los ecosistemas y las especies? Las implicaciones sugieren que el contacto con la naturaleza puede proporcionar una estrategia eficaz para toda la población en la prevención de las enfermedades mentales, el estrés, y la valoración subjetiva de nuestra propia salud, siendo ésta mejor cuanto mayor sea el contacto con la naturaleza. Pero parafraseando a Jacques Cousteau: Solo amamos aquello que conocemos. Nos hemos alejado tanto de la naturaleza que podríamos correr el riesgo de considerar que se trata de un organismo diferente, externo, que no tiene nada que ver con nosotros. Más bien todo lo contrario.
Somos naturaleza, formamos parte de ella y dependemos de ella. En nuestro conversatorio con Ender y del Origen intentamos valorar desde el afecto lo que ya sabemos, lo que nos parece obvio, dándole una nueva mirada, encontrando otras maneras de disfrutar la naturaleza. Desde un encuentro que nos para la creación con los recursos más primarios. Una intersección entre lo artesano, la tierra y el arte contemporáneo. El artista, como nos muestra Ender Rodriguez, puede ser un simple buscador que se aprovecha técnicas sencillas para expresar los sentimientos propios como los comunitarios, además de explicarnos su origen, no nos impide la verdadera comprensión de la obra artística desde su goce, su tacto, su embadurnamiento, sus olores etc. Conectamos con ese niño interior que jugaba con el lodo sin barreras ni límites más las definidas por el cielo y la tierra. En la transcripción de estas sensaciones en nuestra entrevista conocemos no solo el primer arte sino una cierta actitud mágica estimulada por aquellos fenómenos naturales que solo a través de los sentidos y de la intuición llegamos al autoconocimiento personal. Inevitablemente de la mano de la naturaleza de nuestros jardines, bosques o huertos”.
“He elegido este título para poder describir desde mi experiencia como psicóloga, psicoterapeuta, docente y facilitadora de procesos en diversos espacios comunitarios, rurales, escolares e institucionales el significado, desde el sentir al incorporar esta técnica como medio de expresión, de manifestación de emociones, de canal de comunicación desde diferentes planos existenciales tanto para mí como facilitadora y terapeuta como para mis pacientes y/ o acompañantes. Puedo decir que utilizada como técnica es un medio maravilloso, sencillo, amable, fácil -no invasivo- que permite que cualquier persona de cualquier edad y en cualquier espacio, se anime a sumergirse y compenetrarse con materiales nobles, amorosos y sublimes como lo son los elementos de la naturaleza, desde flores, hojas, tallos, vegetales, raíces, hasta semillas, frutos y minerales de la tierra, combinados de una forma genuina permiten que cualquier persona, paciente o alumno conecte con su potencial creativo, de forma divertida agradable, alegre y mágica. Al utilizar estos elementos nobles de la naturaleza en un ambiente muy poco estructurado, se logra que el participante experimente una creación en un clima seguro, confiable, cálido, libre y no competitivo, lo cual crea el ambiente ideal para que conecte con su ser interior y sus posibilidades para sanar, expandir, drenar, liberar tensiones, y aprender a reconocer emociones que van emergiendo en el proceso creativo de forma amorosa, amable y respetuosa con su proceso individual.
Por otro lado, el Arte del Origen es una sana opción para retornar a la conexión con nuestra madre tierra, y retomar toda la fuerza creadora con la amada Gaia, aprendizaje que nos devuelve al respeto y al cuidado del útero primigenio como lo es la tierra a través de sus diversos elementos. Esta experiencia educativa desarrollada de manera libre promueve los valores ecológicos hacia valorar y cuidar con respeto cada elemento de nuestro entorno y enseñar a otros como preservarla dentro de una cultura planetaria. Por último me permito compartir mis experiencias en comunidades rurales, en las cuales la vida me brindó la oportunidad de compartir con el autor de esta forma de expresión llamada Arte del Origen, el estimado y reconocido artista plástico Ender Rodríguez, pedagogo, didacta y cultor de la vida y de lo cotidiano; en estos espacios donde lo innato, el ingenio y el amor por la enseñanza se expresa en cualquier contexto natural, este Arte del Origen se regala a sí mismo para unir y reunir la creatividad, la curiosidad en forma inocente en de niños y adultos de cualquier edad sin resistencia, con entrega y humildad haciendo que la escuela se recree a sí misma en cualquier patio de casa, plaza u orilla de calle como verdadera experiencia de enseñanza, aprendizaje, crecimiento y compartir de saberes, olores y sabores, haciendo de esto una inolvidable y fabulosa experiencia que aún atesoro en mi memoria emocional. Gracias Arte del origen por ser un camino para sanar desde el Arte. Gracias al maestro y cultor Ender Rodríguez por hacer que esta experiencia se expanda, se cultive y se multiplique.
